J. J. Rousseau, "Emilio, o De la educación".

"No hay más que locura y contradicción en las instituciones humanas. Nos inquietamos más por nuestra vida a medida que el valor de la misma disminuye. Los viejos la temen más que los jóvenes; pues no quieren perderla después de haber hecho todo lo posible para disfrutarla; a los sesenta años es tarea cruel morir antes de haber empezado a vivir. (...) Naturalmente, el hombre siente el afán de conservarse mientras tiene los medios necesarios en su poder, mas así que estos medios le faltan, se tranquiliza y muere sin atormentarse inútilmente. La primera ley de la resignación nos viene de la naturaleza. Los salvajes, lo mismo que los animales, se debaten poco contra la muerte y expiran casi sin quejarse".

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