Nunca he pretendido llevar la razón, es más, ni siquiera sé de qué me hablan cuando me hablan de la razón, yo soy un hombre sencillo, mi postura es mucho más simple: me resisto (siempre lo he hecho) al lavado de cerebro, al adoctrinamiento. En palabras de Thomas Ligotti: "Las conclusiones a las que el temperamento lleva a una persona, sean o no refractarias a las de la sociedad mundial, simplemente no se pueden someter a análisis".

Jesús de la Palma

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