La vida es un lazo

No sabría cómo categorizar "Pesimismo cósmico", de Eugene Thacker, quizá como una suerte de glosario de terminología pesimista, un compendio de citas de diversos filósofos adornado con unos cuantos aforismos y reflexiones del propio autor. A mi humilde parecer, es un texto un tanto pretencioso y fraudulento, dado que, además de un par de curiosas anécdotas sobre Nietzsche y Shopenhauer, y otras tantas alusiones a la obra de estos, lo más reseñable del mismo es esta certera reflexión de Pascal: "Nada es tan insoportable para el hombre como estar en pleno reposo, sin pasiones, sin quehaceres, sin divertimento, sin aplicación. Siente entonces su nada, su abandono, su insuficiencia, su dependencia, su impotencia, su vacío. Inmediatamente surgirán del fondo de su alma el tedio, las negruras, la tristeza, la pena, la desesperación". Jesús de la Palma

"Existe una intolerancia en el pesimismo que no conoce límites. En el pesimismo, el fastidio comienza en fijarse en un objeto particular de fastidio: el fastidio que provoca un vecino ruidoso, un perro que aúlla, un batallón de caminantes, el zigzagueante idiota que camina delante de ti con su  smartphone,  las ruidosas celebraciones; la reducción de todo a las marcas, los libros de autoayuda; la gente que lo sabe absolutamente todo y se asegura de que lo sepas, la sandez de la existencia...".

Un domingo excepcional es el de hoy, con una hora más para el estudio de materias didácticas con las que refinar las innumerables aristas de mi basto espíritu, y como sufro una manifiesta filia hacia lo vetusto, siempre que puedo opto por el libro en papel, y si puede ser antiguo, mejor. En este, encuentro información valiosísima, que seguramente también se halle en el universo googleano, pero aquí, impreso, al menos para un servidor, la misma (la información, digo) tiene más empaque, a saber:  "La filosofía, propiamente dicha, ni siquiera aparece con los primeros pensadores griegos. En un principio pululan en Grecia los poetas, simples intérpretes de las tradiciones religiosas, o geniales creadores de mitos, como Hesiodo y Homero. Posteriormente aparecen los sabios sentenciosos, una serie de moralistas o políticos que encerraban en sentencias las verdades prácticas de la sabiduría popular. (...) En el ámbito del paganismo, filosofía y religión eran creaciones humanas". Jesús

"La multitud de leyes sirve a menudo de disculpa a los vicios, siendo un Estado mucho mejor regido cuando hay pocas pero muy estrictamente observadas".

"El tiempo puede pasar y las convulsiones sociales del mundo arrasar las ideas de los hombres, pero yo estoy a salvo de toda idea que penetre en los fenómenos".

"Es necesario que comprendamos que toda la inteligencia no es más que una vasta eventualidad, y que podemos perderla, no como el alienado que está muerto, pero sí como un ser vivo que está en la vida y que siente sobre sí la atracción y el soplo (de la inteligencia, no de la vida)".

"El tedio de los domingos por la tarde, que condujo a De Quincey a fumar opio, también dio luz al surrealismo: son horas propicias para la fabricación de bombas".

Eliminar el racismo no significa mostrar y convencerse de que los otros no son diferentes de nosotros, sino comprender y aceptar su diferencia. (...) Me remito a la antigua sabiduría china que transmite Zhao Tingyang: por mucho que se quiera forjar verdaderamente la armonía entre los pueblos, armonía no significa uniformidad, todo se marchita si se vuelve idéntico a lo demás. (...) La armonía hace que las cosas prosperen, mientras que la uniformidad hace que se deterioren.

Capitalismo salvaje, precariedad laboral, pobreza estructural, medidas de control extremas, crisis sanitaria y una asfixiante sensación de infantilismo generalizado. ¿Qué puede salir mal?

La intolerancia salvaje se ataja de raíz, a través de una educación constante que empiece desde la más tierna infancia, antes de que quede escrita en un libro y antes de que se convierta en una corteza conductual demasiado espesa y dura.

La ventaja del ignorante frente al que se ha nutrido de conocimientos es que aquel desconoce que no sabe nada, y eso le otorga cierta ventaja en las cuestiones de azar, y el destino tiene mucho de azaroso. Jesús de la Palma

Vivimos a un ritmo vertiginoso, tan obsesionados con evadirnos del peso de la existencia que nos hemos convertido en esclavos y tiranos a un tiempo. En la actual sociedad del rendimiento , como la denomina el filósofo Byung-Chul Han, no hay lugar para la reflexión: la vorágine nos arrastra. En este punto, opino que vivimos saturados de información y actividad, tanto física como mental, lo cual nos imbuye en una especie de esquizofrenia colectiva, y ahora mismo, se podría decir que nos encontramos en el pico de un brote psicótico, con lo que ello conlleva. Slavoj Zizek, por su parte, en "Pandemia (la covid-19 estremece al mundo)", aplica a la actualidad una idea harto desarrollada en el pasado por filósofos y místicos, a saber: la necesidad de llenar de intensidad todos los momentos del tiempo que se nos ha asignado en la vida acaba siendo de una monotonía asfixiante, los tiempos muertos son fundamentales para la revitalización de nuestra experiencia vital. Jesús de la Palma

"Si alguien entregara tu cuerpo al primero que pasase, te pondrías furioso. Sin embargo, tú mismo entregas tu mente a cualquiera para que, si te insulta, esta caiga presa de la angustia y la confusión. ¿Eso no te avergüenza?".

Leo que para Zenón, el filósofo griego, la libertad era prerrogativa exclusiva del sabio, mientras que las personas inferiores, es decir, la mayoría de los miembros de la sociedad, no solo eran ignorantes, sino también esclavos. En aquella sociedad donde la esclavitud era una práctica común, esta postura, a primera vista, pareciera reflejar cierto elitismo intelectual, pero si se profundiza en la reflexión se llegará a la certeza de que para Zenón la sabiduría era el criterio para valorar quién era libre y quién no, puesto que el yugo de la esclavitud se desplaza de lo exterior a lo interior, de lo físico a lo mental, únicamente gracias a la ignorancia. Y lamentablemente, con el correr de los tiempos, comprobamos cómo poco o nada ha cambiado, si nos detenemos observar el vehemente interés de los gobiernos por mantener ignorante, distraída, a la población: hasta no hace mucho, por defecto, y ahora, por exceso de información.

Para ser libre, apaga la televisión y abre un libro.

"El hombre vivo va al fondo, muerto, flota. (...) Luego la vida pesa... La vida pesa y la muerte aligera...".

Unamuno, en "Amor y pedagogía", prediciendo el futuro (nuestro presente): por una parte, en lo concerniente a ese "infierno de lo igual" en el que nos consumimos, según el filósofo contemporáneo Byung-Chul Han: <<Que no te clasifiquen; haz como el zorro, que con el jopo borra sus huellas; despístales. Sé ilógico a sus ojos hasta que, renunciando a clasificarte se digan: es él>>. (...) Y por otra, en alusión a la dogmatización de la ciencia y el apocalíptico avance tecnológico: <<Lee este aforismo: el fin del hombre es la ciencia. El universo se ha hecho, fíjate bien, se ha hecho y no ha sido hecho ni lo han hecho; el universo se ha hecho para ser explicado por el hombre. Y cuando quede explicado... (...) Cuando se hayan reducido por completo las cosas a ideas, desaparecerán las cosas quedando las ideas tan solo. (...) Tal será el fin y anegamiento de la realidad en la sobre-realidad>>.